Fuente: Fidagh
Autor: Zig Ziglar
Hace algunos años, en los paraolímpicos de Seattle, nueve concursantes, todos con alguna discapacidad física o mental, se reunieron en la línea de salida para correr los 100 metros planos. Al sonido del disparo todos salieron, no exactamente como bólidos, pero con gran entusiasmo de participar en la carrera, llegar a la meta y ganar.Todos, es decir, menos uno, que tropezó en el asfalto, dio dos vueltas y empezó a llorar. Los otros ocho oyeron al niño llorar, disminuyeron la velocidad y voltearon hacia atrás. Todos dieron la vuelta y regresaron ... todos.
Una niña con Síndrome de Down se agachó, le dio un beso en la herida y le dijo "Eso te lo va a curar". Entonces, los nueve se agarraron de las manos y juntos caminaron hasta la meta. Todos en el estadio se pusieron de pie y aplaudieron durante varios minutos. La gente que estuvo presente aún cuenta la historia. ¿Por qué? Porque dentro de nosotros sabemos una cosa: lo importante en esta vida va más allá de ganar nosotros mismos. Lo importante en esta vida es ayudar a ganar a otros, aun cuando esto signifique tener que disminuir la velocidad o cambiar el rumbo.
1. El miedo: gran inhibidor
La primera razón por la cual la mayoría de las personas no tiene un programa de metas es el miedo. Este es el gran inhibidor.
Las personas tienen miedo de entregarse al logro de metas específicas debido a que piensan que lo más probable es que no vayan a poder alcanzar los objetivos que se fijan. No quieren cometer el error a todo el volumen de su voz, ni frente a sus amigos, así que simplemente no se comprometen. Muchos se aseguran a sí mismos que se fijarán objetivos, pero no le dicen a nadie acerca de ellos. Ni siquiera escriben sus objetivos en papel. De esta manera, si no "los logran", nadie lo sabrá, lo que constituye un enfoque más seguro y menos bochornoso para ellos.
Utilizando esa forma de pensar, podría yo señalar que un barco estaría mucho más seguro en el muelle que en el mar. Pero no se construyen los barcos para ello. Usted se sentiría más seguro si no se compromete, pero esa no es la razón de que fuera creado. Estoy convencido que usted fue creado para un propósito y de que está aquí por una razón. Ese propósito es obtener de usted todo lo que sea humanamente posible para hacer sus contribuciones a la humanidad. Los objetivos le permiten hacer más por usted y también por otros.
James Allen, autor de As a Man Think, afirmó: "Quien ha derrotado a las dudas y al miedo, ha triunfado sobre el fracaso".
2. Una auto imagen pobre
La segunda razón por la cual las personas no tienen metas es porque tienen una pobre auto-imagen. No pueden imaginarse alcanzando aquello que internamente desearían poder lograr. Pueden ver cómo otros lo consiguen, pero en cuanto a ellos, ¡olvídese!
El miedo, en cierto grado, nos hace posponer las decisiones y acobardarnos. Para ser sincero, el miedo y una pobre auto imagen están tan entretejidos que es difícil, si no imposible, separar el uno de la otra. La Dra. Joyce Brothers dice que su auto imagen tiene una influencia directa sobre la ropa que viste, la forma en que luce, la profesión que abraza, el cónyuge que elige, los hábitos que adquiere, su conducta moral y las metas que se propone alcanzar. Esto es una fuerte motivación para hacer algo sobre la imagen que tiene de usted mismo.
3. ¿Cuáles beneficios?
La tercera razón porque la gente no tiene metas es porque nunca han comprendido completamente los beneficios que ellas traen. Si tal razón es aplicable a usted, prepárese, porque es bastante probable que usted empiece a pensar -desde ahora- qué hacer para tener su propio programa de metas.
4. ¿Cómo desarrollar un programa de metas?
La cuarta razón por la cual el noventa y siete por ciento de las personas no tiene un programa de metas es porque no saben exactamente cómo desarrollarlo. Los pasos que usted puede dar son muy específicos y le permitirán eliminar la falta de conocimiento como excusa para no tener un programa de metas.
Es obvio que si tuviéramos que conducir desde Los Ángeles hasta Nueva York sin instrucciones, mapas y letreros indicadores, tendríamos un buen grado de miedo. Con instrucciones, buenos mapas y claras señales de carretera, en gran parte ese miedo desaparecería.
En realidad, muy pocos intentaríamos hacer un viaje sin instrucciones ni mapas. Por desgracia, muy pocas personas están equipadas con instrucciones específicas sobre cómo conducir en las autopistas de la vida. No es de sorprenderse que la mayoría de la gente llegue al final del viaje de la vida sólo con una fracción de lo que la vida tiene para ofrecerle.
Obsérvate, descubre tus metas y ambiciones personales. Anótalas. Identifica aquéllas que se oponen entre sí. Clasifica tus objetivos en orden de importancia. Si jerarquizas tus metas, ocuparás tu energía provechosamente en lograrlas una a una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario